lunes, 25 de octubre de 2010

EL FANTASMA DEL VELODROMO.

Se ha corrido el comentario, que algo serio ocurre a diario.


Al velódromo los espíritus han invadido, y eso hace poco dicen: a ocurrido.

Cada cual cuenta una historia diferente: vecinos, vigilantes y hasta un indigente.


Comenzó dicen con la muerte de un teniente, otros decían de un fulano prepotente.


La tención era permanente. Se oían dicen como rechinar de diente.

Todo mundo se encontraba asustado, otros más que eso, aterrados.

Las chicas caminaban con alguien a su lado,
pues en el ambiente se respiraba, un aire helado.

Los ciclistas entrenaban de apariencia muy contentos, así mismo desconfiados siempre atentos.


Todo mundo pendiente, nadie distraído, pues el lugar realmente parecía poseído.


Se oían distintos ruidos y estos variaban mucho, la gente lo comparaba con el sonar de un serrucho.


Esto no pasaba hacia mucho y el vigilante se encerraba, en su cuartucho.

Los ciclistas comentaban: no había explicación y sus charlas terminaban con gran dosis de aflicción.

Daba miedo caminar por la pista de patinaje y también el entrenar, por la parte del drenaje.

La prensa investigo y tiro su reportaje. Llegaban bien tipos, de corbata y de traje.


El escándalo se hizo monumental y la noticia corrió a nivel nacional. Le tomaban fotos a las gradas, ahí donde se sientan las barras bravas.

Una periodista lo hacía desde la pista, pues desde ahí obtenía mejor vista.

Unos decían es el fantasma de la opera. Adivinando estaban: será ¿manzana o pera?

Interrogaban al vigilante y este contestaba algo arrogante: Está prohibido ser informante, lo dice por escrito: aquel volante.

La defensa que divide la pista de las gradas, se llama balaustrada, y la gente comentaba: no hay que tocarla, pues esta embrujada. unos decían: yo soy valiente y puedo tocarla. Otros decían, a mi me da miedo solo mirarla.


La policía, monto un operativo, posiblemente se trate de un vivo.
Que se quiere pasar de listo y así conseguir, algo de pisto.

Vea usted, todo el perímetro acordonado y un policía a cada lado.
El vecindario enfadado, protestaba ya medio airado.

Trajeron un equipo del extranjero, de entre todos el mejor, el mero mero.


Ellos traían antenas, sensores y un plasma. Pues se trataba de un equipo caza fantasma.


El equipo llego y se fue desilusionado, pues el enigma, no habían descifrado.

A los muchachos, El doctor Palacios, entrenaba. Y a todos ellos con cariño aconsejaba.


Se me van de dos en dos les indicaba, tomaditos de la mano los colocaba.

Llego un policía, mandado por la interpol, que a todas luces había bebido alcohol.


Este dijo: es un fantasma saltarín, para mí se trata del fantasma Gasparin.


Los elite, entrenaban casi lo justo, pues el ánimo les variaba, por el susto.


A don Robert le decía Mario Augusto, realmente no me siento nada a gusto, y entrenar así me parece, es por gusto.
Apúrate le dijo al bicho, ponete listo y metele la pata, pues no te doy con el cincho, por no ser tu tata.


El chino Rosales de por si medio mudo; al opinar sobre el tema se volvía tartamudo.


Al rodar por la pista de aquel lado, siento algo que me eriza, me pone helado.


Este chinito anda todo atravesado; decía Julio, quien siempre lo ha estimado.


Eso que él siente helado, se debe a que el suéter lo anda rajado.


Al final alguien dijo con vos fuerte y sonora.


No nos enredemos, yo conozco una señora, de allá por Panchimalco, de Rosario Mora.

Ella viene para acá, no importando la hora.

Ya estando ahí, la susodicha señora, saco pinzas, hielo, una cantimplora, vestía de blanco, parecía doctora.

He venido a trabajar les dijo, y descifrar así el acertijo.
Pues por algo vengo desde Rosario Mora y el acertijo es: LUIS RICARDO GUEVARA MORA.

Allá arriba estaba dormidito, y de su boca salía un ronquidito,
que al no saber, asustaba un poquito, bien bonito se veía el bodoquito
.

Que cosa más sorprendente, se trataba del bello durmiente.


A todos hizo trabajar la mente y metió miedo hasta al más valiente Richard, Ricardo orgullo nacional, de entre nosotros el estuvo en un mundial dormite tranquilo así incondicional, pues para nosotros es tuyo el velódromo nacional.

Hoy todo el mundo lo ha confirmado y eso del fantasma se ha descifrado.


Se termino el miedo, eso ha pasado y aquello del fantasma ha fracasado.

Que alegría que lo que se oía como serrucho, era alguien que nosotros queremos mucho.


Por tanto hoy día todo es alegría, paz, gozo y armonía.



Miguel Angel Guerrero

Nota: Amigo ciclista, no seas egoísta. Si lo leído te ha gustado, compártelo con otro, un ser amado, de preferencia un deportista, estoy hablando de un ciclista.


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