ALEX "EL CHINO" DUBON.La siguiente es la petición de mi amiguillo, ustedes lo conocen: Danielio, el de la carita con cachillo.
A todos los ha tomado en cuenta y a Dubón nunca lo mienta. Ya hablo de Chilio, aquel que esta como gatillo, de Martín pirulin ya ni se diga. De todos hablo un poco y con Dubón no se le prende el foco.
Por tanto y a petición de Danielón. La siguiente es una historia de hiel, que al final es una luna de miel.
Esta es la crónica de los Dubones, ya están viejos los dos bribones, y no les luce son dos peliones.
Filiberto Dubón es el campeón, vienen: campeonatos, torneos, competencias y para todos ellos la misma canción.
No importaba si eran nacionales, internacionales, de colonia, acantónale, vecinales o antigripales.
El siempre ganaba empujando los pedales.
Cuentan las gentes de éste pana: El siempre corre y siempre gana. No importando la competencia: capirucho, trompo, yoyo, no hay diferencia.
Pues un buen día Alex Dubón, que en el pasado fue un gran campeón, se acerco a los ciclistas, con permiso denme pista.
Comenzó entusiasmado y al correr de los meses frustrado, porque no había ganado.
Que estará mal: será la dieta, será el entreno, la bicicleta?
Busco consejos por todos lados, estaba inquieto y abrumado.
¿Que estará pasando?
El sigue ganando y yo le tengo que ganar, realmente no se cuando, aunque tenga que pagar. Que gran congoja no les miento, era mucho el sufrimiento.
Todo mundo le aconseja: chicas, niñas y una que otra vieja.
Porque no come cangrejo sin quitarle el pellejo.
Porque no sube los Planes de Renderos, no en bici sino haciendo el candelero.
Un bolito chuco bien alcoholizado, se le acerco alegre bien entusiasmado. Oiga señor hay uno que a muchos a botado, se llama Daniel y esta bien adiestrado. Ni le va a cobrar se lo hace regalado.
Una chica linda le aconsejaba, al ver que la pena lo embargaba, y porque no prueba con cirugía mi amor. Que lo dejen como Alberto Contador.
Un viejo sabio lo instruyo y al final lo confundió. Para ganar le dijo hay que entrenar duro, ser en eso testarudo. Y el le entendió: TENES QUE SER TARTAMUDO.
Pobrecito Dubonsito se veía mas chiquito. Estaba tan acongojado que para comer, lo hacia parado y para dormir, lo hacia sentado.
Buscando buena asesoría, con don Robert platicaría.
Necesito que me ayude, se lo pido don Roberto, pues en el ciclismo Ud. es el experto.
Haber contéstame pues, ¿que es lo que comes?
La comida no es mala, pues frijoles como, estilo bala.
Debo de cambiar mi dieta a pupusas de loroco.
Dígame como la ve.
Te digo que estas loco.
Y si tomo atol de incaparina, dice Julio ser una dieta fina.
Te vas a meter en un lió, acordate de la historia de chilio.
Y si al dormir uso gorro de peluche?. Ya calla, no me pidas que te escuche.
Le pregunto por ultima ves y si el casco me lo pongo al revés.
Hay ve vos lo que haces.
Después de tanto trabajar, entrenar y entrenar, se le dio lo que quería, pues le llego a ganar y ahora sonreía.
Parecía una canción, había pasado la aflicción. Ya no sentía agonía, abrazaba al policía.
Cuando la prensa lo entrevistaba, el muchacho se enredaba, armaba cuentos, inventaba. Hoy la dicha lo embargaba.
Luego de ganar llego el momento de su discurso.
Este logro que consigo, me llevo gran esmero y gran parte se lo debo, a mi amigo Miguel Guerrero.
La ovación fue espectacular, la multitud gritaba, no la podían callar.
Pasaron varias etapas en donde Fili ya no ganaba. Mientras uno crecía, el otro menguaba.
En cadena nacional afirmaba el presidente, debemos de ser consientes: Órgano Judicial, Corte de Cuentas, Programa espacial. Que Dubón es nuestro orgullo, nuestro orgullo nacional.
Que bonito el se veía, a todo mundo sonreía. Hace mucho no le veía, a las gentes repetían, aunque a muchos no los conocían.
Al final ellos se quieren y se tratan como amigo, y esto es tan cierto como aquello de:
En verdad, en verdad os digo, no hay barriga sin ombligo.
Así pues son estas las historias, del aire que respiramos, la tierra que nos sustenta, del ciclismo que amamos.
MIGUEL ANGEL GUERRERO.
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