Los hechos, personas y lugares mencionados en la siguiente historia, no llevan dedicatoria. Si ud. se siente identificado, no piense que en ud. me he inspirado. No hay que ser débil ni mal pensado. Cualquier parecido con la realidad, es simplemente casualidad.
Por fin el día tan esperado, aquel por el que tanto has luchado, por fin , por fin, ese día a llegado.
Al cocinar tu desayuno todo parece encajar, tu vos vibra, todo entona, comienzas a cantar, que lindo, hasta sientes se te sale amar.
Cuando tu dices: ¡Que padre! ¡Que padre! te pregunta tu madre: que es esa “algarabílla”, ¿porque tanta alegría?... ¿Porque estas emocionad?, ¡no me digas que estas embriagado! ¿Serán indicios de demencia?
¡No madre mía es simplemente que hoy es la competencia!
A todos vas a impresionar, gafas nuevas, “guanteletas” quieres modelar. El mundo te pertenece pues hoy, hoy, vas a ganar.
Tu plan esta listo, vas a batallar y uno a uno comenzaras a reventar, lo harás sin compasión pues tu eres el campeón.

Luego al buscar el número que has de portar, se te ha perdido por obra del mal. Ya medio angustiado buscas la calzoneta y por un error de cálculo, te pones una “pantaleta”.
Pasas la primera prueba, pues la calzoneta aparece bajo la colchoneta. Parece que algo anda mal, no importa, hay que continuar, pues hay que tus llantas inflar, el Rin medio nivelar y ya no se diga el manillar.

Los nervios te traicionan y resulta que los panes que desayunaste bien quieto, son unos bandidos, no se quieren quedar quietos.
Un detalle consuela tu angustiado corazón, pues al entrar a la gasolinera de “romplon”, te encuentras una gran cola, que digo ¡Colon!
Pregunta un cliente al dependiente ¿de que se trata esa cola, ¿cual es el “ofertón”?...
Ningún oferton maitro preguntón, son los ciclistas, que tienen que despejar la brecha, ud. sabe al fondo a la derecha.

Ya con los kilómetros, tu cuerpo parece fallar, la garganta te a prieta y tu dices con rabieta, algo me va a reventar.
Con tanto sufrimiento, te pones a protestar y posteriormente a pensar , ya no aguanto, me voy a desmayar.
Cuando el dolor intenso te agobia, desde tu galillo, susurras para ti mismo, ¿que estaré pagando Dios mió?...
Pasaron los carros, toda la caravana y le pediste a Juana, te tirara una banana.
Todos son los carros de apoyo, en uno de ellos va Rebollo, quien al verte susurra, POBRE POLLO.
Los muchachos del “Gruppeto”, al ver tan grotesca escena, te gritan con todo respeto, "HAY TE MANDAMOS LA CENA".
Sentado y acongojado, piensas hablar con Zometa para decirle: Mi hermano: Te vendo la bicicleta.
Ya todo acabo, ya todo ha pasado, quien iba a pensar? Este era el día soñado.
Que tristeza vea usted, llegar a la resignación de comenzar el día de la demostración, de que tu eras el campeón y al final, nada de campeón, si no solo un simple peón.

TU REFLEXION FINAL. Esta bien perdí, lo he aceptado, pero para aquellos que se ríen de mi, les digo: ¡Esto no se queda así!, esto recién a comenzado y para la próxima ya me verán, pues entrenare bien empiñonado.
No lo traten de impedir, pues estoy muy enojado, a la montaña voy a ir, aunque regrese mojado.
Así ya me despido, me despido con decencia, solo esperando el día, EL DIA DE LA COMPETENCIA.
MIGUEL ANGEL GUERRERO.
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